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martes, 28 de mayo de 2019

50 euros la hora para dormir "cucharita" con alguien

Te hacen la cucharita en la siesta por 50 euros la hora o el sandwich por el doble. Los clientes pueden elegir el tipo de abrazo que deseen entre más de 100 del Cuddle Sutra. El negocio del año que muchos querrán imitar.

50 euros la hora para dormir "cucharita" con alguien

Colleen y Jaqueline son dos empresarias que trabajan abrazando. Su tarifa son 60 dólares (unos 50 euros) por hora de siesta. La empresa que acaban de lanzar al mercado se llama The Snuggery y está en Rochester (Nueva York). El servicio que venden es la posibilidad de dormir una siesta acurrucado junto a una persona que te de calor, tal como reza su eslogan: "Take a break. Have a Snuggle".

Los clientes pueden elegir el tipo de abrazo que deseen entre más de 100 del Cuddle Sutra, con especial éxito de 'la cucharita', cuyos precios van desde los 40 a los 80 euros en función de la duración de la siesta. Por el doble del precio, se ofrece la posibilidad de contratar a dos personas, que ofrecen un abrazo tipo 'sandwich'.

Los servicios se ofrecen a domicilio o en las instalaciones de la empresa, que esperan poder regularizar y legalizar de alguna forma su actividad cuando antes, dejando bien claro que no es un servicio de prostitución.

50 euros la hora para dormir "cucharita" con alguien

Ah, a propósito, esta noticia no es mentira, es una noticia de verdad y el negocio es todo un éxito. Al final de cuentas, somos pobres porque queremos, las posibilidades están ahí, al alcance de la mano, es cuestión de tener un poco de iniciativa y saber en qué son buenos!

Ojalá esta noticia los inspire a seguir sus sueños y a emprender su negocio que tanto quieren pero que les da miedo por poder fracasar. Nada es imposible. Se puede ganar dinero hasta abrazando!

Servicios públicos... demasiado públicos

Los mirones se apostan frente a un hotel de Nueva York y gozan de los baños 'demasiado' cristalados de uno de los clubes más chics.

Servicios públicos... demasiado públicos

Servicios públicos... demasiado públicos

En uno de los clubs más exclusivos de Manhattan parece mentira que el rincón más íntimo del local pueda verlo cualquier transeúnte. En lo alto del Standard Hotel de Nueva York, en el piso 18, The Boom Boom Room es el bar de moda entre la élite neoyorquina y el famoseo. Los que han tenido la fortuna -nunca mejor dicho- de tomarse dentro una copa coinciden al recomendar las impresionantes vistas que dan al río Hudson y a la ciudad gracias a los grandes ventanales de más de tres metros de altura. Sin embargo, no es esta panorámica la que más llama la atención.

Lo auténticamente sugerente es plantarse en la calle frente al edificio en cuestión, alzar la vista y comprobar la 'transparencia' en la parte de los baños. Al decorador se le olvidó poner cortinas en esta zona de la fachada y los clientes, convencidos de que el acristalamiento les protegía de los mirones, se comportaban con toda naturalidad, rollo en mano, en sus momentos más íntimos.
Apostados en el parque High Line, en el distrito Meatpacking, turistas y vecinos han encontrado un sonrojante entretenimiento.

La clientela del Standard supo que sus necesidades más personales habían pasado a ser públicas cuando un periódico local soltó la noticia. «¡Vi a la gente saludándome mientras estaba sentado en el baño!», confesó alarmado David Langdom, uno de los pillados. Su hija Belinda, de 24 años, reconoció que «saberte el centro de las miradas mientras haces pis es bastante espeluznante». Para colmo de males, entre los mirones empezaron a hacerse habituales las cámaras de fotos. «Son pervertidos, solo espero que nadie me reconozca en la calle», se consolaba Belinda.

Los responsables del hotel, ganador del Municipals Arts Society of New York al mejor edificio nuevo en 2008, se negaron a comentar el asunto. Pero, curiosamente, poco después de saltar la noticia sobre la 'luminosidad' de sus lavabos el insólito espectáculo ha bajado el telón. Unas cortinas negras impiden ahora visionar lo que ocurre en la toilette. «Estaban haciendo limpieza y se olvidaron de colocarlas de vuelta en su sitio», aclaró el gerente del local.

Descuido o no, muchos se lo pensarán dos veces antes de 'sentarse' y los rumores sobre los afectados no tienen fin. Ya hay quien se pregunta si Leonardo Dicaprio y Cameron Diaz -asiduos del club- estarán entre los 'cazados'.