Bad Bunny quiso cantar karaoke y fue echado del bar por los propios dueños
Mario y Evangelina son dueños de un modesto local de karaoke en San Juan, Puerto Rico. No vamos a decir el nombre del karaoke, ya que sería hacer publicidad gratis, y por más humilde que sea el local y lo bien que nos caigan Mario y Evangelina, si no hay dinero, no hay trato. Suena despiadado, pero así somos. Bien hijos de puta.
Volviendo a la noticia, el sábado a la noche la pareja de 35 y 43 años de edad, recibió con sorpresa a un grupo de jóvenes mal vestidos en su local de karaoke. Comenzaron a hacer uso del karaoke y a beber tragos, botellas de las más caras y canción va, trago viene, Mario finalmente se dio cuenta que tenía al rey del trap en su establecimiento.
Mario no conoce mucho de trap ni de reggaeton, así que cuando se dio cuenta de que un famoso estaba cantando en su bar, decidió llamar a sus hijos adolescentes, que rápidamente acudieron al sitio.
En unos pocos minutos el bar estaba repleto y la gente impaciente por ver a su cantante favorito cantar.
Una vez que Bad Bunny calentó la garganta, y con un estado de ebriedad impresionante, se subió a la tarima, tomó el micrófono y en un inglés incomprensible intentó cantar la canción de Celine Dion - My heart will go on.
Rápidamente fue abucheado, así que pidió cambiar de canción, intentó cantar Será de Ricardo Montaner. Fue tal la desafinación del trapero que volvió a ser abucheado por sus propios fans. Finalmente, queriendo ir a la segura, pidió una canción suya y pusieron el karaoke de Bad Bunny Amorfoda. En este punto Mario, el dueño del local estalló de cólera y le desenchufó el micrófono. Lo invitó a retirarse y a volver cuando quisiera cantar karaoke de verdad.
Bad Bunny se retiró del lugar y aprovechó la borrachera para escribir otra canción de mierda que próximamente tendremos sonando en todas las radios.
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