martes, 8 de julio de 2025

El hongo que “come” plástico: transforma residuos en alimento en solo 140 días

Imagínate un mundo donde el plástico no se acumula en vertederos ni contamina océanos, sino que se convierte en alimento para organismos útiles… Suena increíble, ¿verdad? Pues recientes descubrimientos sugieren que ese mundo podría estar más cerca de lo que pensamos.

El hongo que “come” plástico: transforma residuos en alimento en solo 140 días

Un hongo que “come” plástico

Investigadores de la Universidad de Sídney han hallado en una cepa de Aspergillus terreus la sorprendente capacidad de degradar polipropileno (PP), uno de los plásticos más resistentes y comunes, completamente en apenas 140 días, sin necesidad de luz, oxígeno ni aditivos químicos.

Este experimento se realizó en condiciones totalmente cerradas y oscuras; el hongo no solo consumió el plástico, sino que lo transformó en biomasa rica en proteínas, con potencial para nutrir animales.

¿Cómo lo lograron?

Pretratamiento del plástico

Antes de la descomposición, el polipropileno se sometió a tratamientos como radiación UV, calor o reactivos químicos (Reacción de Fenton), para debilitar su estructura.

Inoculación con hongos

Aspergillus terreus: mostró una degradación continua hasta destruir el plástico por completo en 140 días.

Engyodontium album: alcanzó un 25–27 % de degradación en 90 días con tratamiento ligero de UV o calor.

¿Por qué es importante este avance?

Sólida tasa de degradación: Estos hongos representan la mayor eficiencia documentada para degradar polipropileno hasta ahora.

Sin necesidad de condiciones extremas: El proceso ocurre sin luz ni oxígeno artificial, lo que abre la puerta a aplicaciones en contenedores sellados, instalaciones subterráneas o incluso estaciones espaciales.

De residuo a recurso: La biomasa resultante es rica en proteínas, lo que sugiere usos como suplemento alimenticio para animales o materia prima en agricultura.

Voces del estudio

Ali Abbas, ingeniero químico de Sídney: “Es la tasa de degradación más alta registrada para este tipo de plástico”.

Dee Carter, micóloga experta: explica que los hongos generan enzimas capaces de romper materiales artificiales, desde madera hasta plásticos y PFAS.

¿Qué sigue (Y por qué aún hay camino)?

Aunque prometedor, el descubrimiento aún está en fase experimental:

  • Optimización pendiente: Se debe mejorar la velocidad del proceso, condiciones ideales de incubación y eficiencia global.
  • Escalado industrial: El próximo paso es diseñar un prototipo piloto, evaluar costos, balances ambientales y comprensión del impacto secundario (e.g., emisiones o efluentes).
  • Aplicaciones futuras: Desde sistemas de compostaje industrial hasta soluciones espaciales o en regiones aisladas – donde la gestión de residuos es complicada.

Impacto global y potencial

  • Ambiental: Podría ser una herramienta real para reducir la acumulación de plásticos en vertederos y océanos.
  • Agrícola y alimentario: Convertir residuos en biomasa nutricional para animales, contribuyendo a una economía circular.
  • Exploración espacial: En entornos cerrados, como bases lunares o marcianas, la capacidad de degradar plásticos podría ser un recurso vital.

Cómo se compara con otras soluciones biodegradantes

Aunque se han documentado bacterias capaces de descomponer otros tipos de plástico (como PET) en horas, el PP es uno de los más difíciles. Estos hongos representan un paso enorme para lograr biodegradación de materiales persistentes, complementando descubrimientos previos en polietileno o PFAS.

Conclusión

Aunque aún no estamos aplicando esta tecnología en vertederos o plantas de reciclaje, los resultados son esperanzadores: si se logra escalar y mejorar, podríamos estar ante una solución sostenible, circular y escalable para uno de los mayores retos ambientales de nuestro tiempo.

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