El mercado eléctrico y el
pool de los precios es algo que la mayoría de clientes de dicho mercado
desconoce. Muchos de nosotros directamente pagamos el precio que nos dicen sin
mirar siquiera a cuánto asciende. Si ya eres de los que, por lo menos, se fija en
el precio que paga y espera que este sea lo mínimo posible, sólo te falta
entender cómo funciona el pool eléctrico.
OMIE, Operador del Mercado Ibérico de Energía
El OMIE es el que gestiona
el pool eléctrico, mediante una sesión diaria y seis intradiarias.
El mercado diario consiste
en presentar una oferta para todas las horas del día después al cierre. Los
intradiarios se van dando a lo largo del día de antes y del mismo día, cuyo fin
es la modificación de las condiciones de compraventa.
Los precios se dan a través
de Unidades de Oferta, que incluyen el producto de una o más productoras o las
peticiones de una serie de clientes de la misma comercializadora.
Tanto las productoras como
las comercializadoras pueden llegar a un acuerdo fuera de este pool. Las
compañías que venden la luz son centrales tanto ordinarias como especiales. Los
compradores son sólo consumidores. Además, existen empresas que trasladan la
energía que se da por intercambio internacional.
Precio de casación
Para cada una de las horas,
el OMIE ordena las ofertas de menor a mayor para venta y viceversa para la
compra. La casación es donde ambos precios se juntan, dando lugar al precio
para esa hora.
Como se ve, el mercado
eléctrico dispone de un precio que va variando por hora, siendo
posible controlarlo desde el día anterior y, si nos encontramos en el mercado
regulado, hacer nuestro mayor consumo en la hora más económica y así ahorrar.
La gran variabilidad de
precios que se da en nuestro pool eléctrico se debe a que las empresas pueden
poner sus precios dependiendo de sus propios intereses que irán variando en el
tiempo.
Mercado libre y mercado regulado
El mercado en nuestro país
se halla dividido en dos, el libre y el regulado.
En el mercado regulado, el
Estado fija el precio de la luz tras un estudio de la oferta y la demanda.
Dicho precio se denomina como el Precio Voluntario del Pequeño Consumidor. Debido
al hecho de que se basa en la ley de la oferta y la demanda, puede ser más caro
que el precio del mercado libre en algunos momentos pero, en general y a largo
plazo, es más rentable.
En el mercado libre, cada
comercializadora lanza al mercado una serie de ofertas para cada tipo de
suministro y los clientes pueden elegir la oferta que más les convenga o se
adapte a sus características personales.
El hecho de que sea la compañía la que fije el
precio, y tras la liberación del mercado en 2009, el cliente puede elegir la
oferta más económica cuando antes sólo tenía la posibilidad de acogerse a una
compañía que, además, era la que distribuía el servicio y estaba determinada
geográficamente.
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