domingo, 23 de diciembre de 2018

Lo echaron de la casa porque armó un arbolito de Navidad con excremento de sus mascotas

Andrés Ballotelli es un artista plástico chileno que lleva varios años intentando trascender con sus obras, pero jamás lo había logrado hasta este momento, en el que su obra navideña que se viralizó hace pocos días, lamentablemente también trajo consigo el divorcio de su esposa y el desalojo de su propia casa.

Lo echaron de la casa porque armó un arbolito de Navidad con excremento de sus mascotas

"La idea conceptual de esta obra es mostrarle al mundo que los arbolitos de Navidad que se hacen con materiales reciclados, son una cagá. Hay que comprar los de la tienda." decía Ballotelli en la presentación de su obra navideña que constaba de varios excrementos de gatos y perros, que había apilado en forma de pino, agregándole luego unos chirimbolos navideños y algunas luces de Navidad.

Días después de presentar la obra vía Youtube el 8 de diciembre, en su canal artístico que tenía en ese entonces apenas 4 seguidores, su mujer le dio el últimatum "¿Porqué sigues con esa weoná Andrés? O haces un árbol de Navidad de verdad, o te va' a la conchatumare'".

arbol de navidad de mierda
La obra de arte moderna de Ballotelli... Definitivamente es un árbol de Navidad de mierda.

Ballotelli no pensó que fuera para tanto y a medida que las visitas de su obra por Youtube subían y sus suscriptores aumentaban hasta llegar a 12.000, se dejó atrapar por el cálido aroma de la fama y se olvidó del mal olor que salía el árbol de mierda en su comedor.

Sus hijos de 9 y 7 años comenzaron a sentirse mal, ya no solo por el olor a caca de mascotas, sino porque pensaron que Santa Claus no entraría a la casa a dejar los regalos con ese tufo a mierda y su esposa no tuvo más remedio que hacer las maletas... Y mandar a la conchasumare' al asqueroso y peculiar artista plástico.

Al llegar a un hotel de mala muerte, el artista en contra de la cultura del Hazlo Tú Mismo mensajeó desesperadamente a su mujer, pidiéndole que por favor no hiciera locuras y no destruyera su obra más preciada.
La mujer contrató a cuatro trabajadores para que le llevaran el árbolito de mierda al hotel, y así fue dejado en su puerta, en la habitación 213.
Minutos después, el recepcionista del hotel invitó amablemente a Ballotelli a que se fuera a la conchaesumare y abandonara el Hotel.

Actualmente vive debajo de un puente y ahí pasará la Navidad... ¿Solo? ¡De ninguna manera! Acompañado por su amada obra maestra: el árbol de Navidad de mierda.

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